Navidad y Saturnalia
Aunque Santa Claus acapare toda la atencion, el motivo de la fiesta de la Navidad es el nacimiento de Jesús. Pero no ocurrió así. Fue cosa del Emperador Constantino El Grande, hace unos 1700 años, actuando la mercadotecnia contemporaneo, creyó conveniente hacer coincidir el nacimiento de Cristo con la fiesta pagana más multitudinaria y popular del Imperio Romano, el Festival de la Saturnalia. Que celebraba el nacimiento de un "nuevo" Sol es decir el solsticio de invierno.
Una celebración muy antigua y universal ha estado centrada en el solsticio de invierno, un término astronómico que se refiere a la posición del sol. A mediados de diciembre en el hemisferio norte, los días son muy cortos y después del solsticio, empiezan a alargarse de nuevo. En la antigüedad, imaginaban que el sol se hacía viejo, hasta morir, y que después nacía un nuevo Sol.
En el antiguo Imperio Romano, la fiesta del solsticio era la festividad mas importante del año y se llamaba Festival de Saturnalia en honor a Saturno, el dios de la agricultura y las cosechas. El Sol Invencible era otro de los dioses favoritos, cuyo nacimiento se celebraba el 25 de diciembre.
Pero, también había a quien no le gustaba para nada. Plinio el Joven (63-113) cuenta que se aislaba en unas habitaciones de su Villa Laurentina: “Especialmente durante la Saturnalia, cuando el resto de la casa está ruidosa por las fiestas y los gritos de festividad. De esta forma, no obstaculizo los juegos de mi gente y ellos no me molestan en mis estudios”. Cicerón (106 a.C-43 d.C) también se refugiaba en su casa de campo.
Los hijos también invertían los papeles con sus padres y pasaban a ser los jefes de la casa. Además, cada familia tenía que elegir un Rey de la Saturnalia, o Señor del Desgobierno, que podía ser un niño. Ese “rey de mentira” presidía las fiestas, y se le tenía que hacer caso, por muy extravagantes y absurdas que fuesen sus órdenes.
Excesos con la comida y bebida
Se cerraban las escuelas, los tribunales y las tiendas, se paraban las guerras, se liberaba a los esclavos, y los romanos cometían todo tipo de excesos con la bebida y la comida.
Era la fiesta de la libertad y la desinhibición, y se organizaban juegos, bailes de máscaras y espectáculos desenfrenados que estaban prohibidos el resto del año. Los cristianos utilizaban el término saturnalia cuando querían decir orgía.
Las fiestas de Saturnalia comenzaban el 17 de diciembre y su duración varió a lo largo de los años. Cada vez era más larga, como ocurre ahora con la Navidad. Al principio, era un día. A finales del siglo I, duraban una semana.
Después del día 25, empezaba el festival de Sigillaria, dedicado, sobre todo, a hacer regalos a los niños: anillos, muñecos de terracota, sellos, tablas de escritura, dados, pequeños objetos, monedas, y, ¡bolsas llenas de canicas! Hay muchos bajorrelieves y documentos que reflejan a los niños romanos jugando a las canicas durante la Saturnalia.
En el año 321, Constantino legalizó el cristianismo, y declaró que el día del “nacimiento del sol invencible”, que se celebraba el 25 de diciembre, debía ser considerado como una nueva fiesta cristiana para celebrar el nacimiento de Cristo. Con estas tácticas, no se alteraba el calendario romano, y las tradiciones paganas se fueron adaptando al cristianismo.
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